viernes, junio 16, 2006

Viajar

Cuando viajo, mi cuerpo y mi alma tienden a separarse.
Ella le dice: - Anda, ve tú por delante que enseguida te alcanzo.
Pero cuando él ya está de vuelta, ella aún no se ha movido.
- No sé que voy a hacer contigo, se queja él, ¡eres tan remolona!.
- Si hubieras aguantado un día más, replica el alma, habría ido.
- No importa, concluye el cuerpo, yo también tenía ganas de volver.

4 comentarios:

Rain (Virginia M.T.) dijo...

No importa, eso. E eso, nada deberíam importar tanto, excepto la partida de los seres muy queridos. sería uno como un buen cínico, mas niet, a algunos no nos nace por nada ser tan desasidos que no nos importa casi nada. Nos importa casi todo.


Hey, usted podría tomar un cafecito conmigo?

Un express con pastelillos.
Alguna vez.

Lúzbel Guerrero dijo...

Para mí, los pasteles son estos flashes de un alma esquiva, el café lo tomaremos, y prometo olvidar los temas profesionales.

Anónimo dijo...

No, alma y cuerpo viajan a la par...

nacho dijo...

Alguna vez, Vir. Podríamos dar el express al cuerpo y los pastelillos al alma.

A mi el pastel-flash que más me gusta es el "borracho". En cuanto al café, Luzbel, sólo y con azucar.

¡Jo, Noemi! Para una certeza que tenía...