
Lo que oía por aquel aparato, mezclado con sus sueños, su aceptable estado de salud, cierta sensación de realidad y una buena base de recuerdos y olvidos, nos había convertido en decorado.
Una sencilla mezcla expuesta al sol había sido suficiente. La receta de la felicidad estaba funcionando y nadie quiso abandonar su papel de farola.
6 comentarios:
Estimulante, una imagen alegre, ¿verdad?
mmm. la instantanea valorada por que sí. siempre deja buen sabor de boca.
Justamente pensaba en la felicidad...esa ave del paraíso que existe, luego no existe y otra vez existe...
:)
uhmmm...Nacho tiene aroma a ilusión, que rico aroma, da ganas de unirse en esa caminata.
En realidad, Noemi, Eleafar, Vir, Laura, mi intención era algo más crítica, pero compruebo que la imagen de la felicidad es más poderosa que cualquier otra cosa.
intermitente
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