lunes, febrero 27, 2006

Todo en un día

Cuando decimos: ¡cómo pasa el tiempo!, deberíamos decir ¡cómo ha pasado el tiempo!, porque en realidad no somos capaces de percibir, en nuestro presente, que el tiempo se mueve.
Sin embargo, yo soñé una vez que mi vida pasaba en un solo día. Me levante por la mañana siendo niño, al mediodía era un joven, por la tarde un hombre y de noche un viejo. Os podéis imaginar que durante todo ese día/sueño el paso del tiempo lo llenaba todo. Lo demás era accesorio.
Que pase toda tu vida en un día, puede parecer una pesadilla, un agobio constante que no te deja vivir tranquilo ni un solo momento. Pero no fue así en mi sueño.
Me es difícil explicarlo, porque es para vivirlo (o soñarlo), pero ser continuamente consciente del paso del tiempo, produce una sensación de plenitud tal, que se asemeja a la felicidad.

viernes, febrero 24, 2006

Enseñanza

"El sueño no es la poesía, no es el conocimiento. Pero no hay conocimiento -si se da a esta palabra su sentido más elevado- ni hay poesía que no se alimente en las fuentes del sueño. Es inútil, sin duda, esperar de los espectáculos oníricos, de cada uno de sus cuerpos, una significación traducible, y querer vivir más en el sueño que en la morada que nos ha sido prescrita. La verdadera enseñanza del sueño está en otra cosa; en el hecho mismo de soñar, de llevar en nosotros mismos todo ese mundo de libertad y de imágenes, en saber que el orden aparente de las cosas no es su único orden. De vuelta del sueño, la mirada humana es capaz de ese asombro que se experimenta cuando las cosas recuperan por un instante su novedad primera. Yo nazco a las cosas; ellas nacen en mi".

Albert Béguin

martes, febrero 21, 2006

Sonrisas

Repartir sonrisas entre desconocidos puede desembocar en algún malentendido. Pero como no me apetece guardar mis sonrisas en la recámara, las prodigo entre quienes supongo capaces de responder sin cuestionarse mis motivos, es decir, los menores de cinco años.

PD. Sé que hay madres que piensan que sonrío a sus niños para ligar con ellas.

viernes, febrero 17, 2006

Desperdicio



"Gasté mucho dinero en licor, mujeres y carros de carrera. El resto lo desperdicié"

George Best

miércoles, febrero 15, 2006

... que van a dar en el mar

No sé si mis pasos siguen a mis sueños o son éstos los que van tras aquéllos. Sólo sé que cada día, sin proponerlo y como si necesitara cumplir el clásico designio poético: "nuestras vidas son los ríos", me acerco al Ebro.

Sea como fuere, camino junto al cauce, contracorriente, saludando y despidiendo al instante de agua que se me ofrece.

Y sueño que acabaré mis días sumergido, buceando lejos de la superficie, en la misma entraña de la vida,... de donde vengo.

lunes, febrero 13, 2006

Encorrer* sueños

Cada uno tiene su estilo de soñar. El mío viene condicionado por las palomas de la Plaza del Pilar. Ellas me enseñaron a encorrerlas, a hacer como si se dejaran alcanzar, a hacerme creer que volaba tras ellas.

Ese juego me preparó, sin yo saberlo, para ser feliz persiguiendo lo inalcanzable.

¡Corre, sueño, corre, que te pillo!

* Encorrer: palabra aragonesa que significa perseguir corriendo.

viernes, febrero 10, 2006

Amnesia

Algo ha tenido que golpearme en la cabeza porque he olvidado todo lo referente a mi vida pasada. Sólo recuerdo mis sueños.

No sé que porcentaje de mis sueños llegué a cumplir hasta hoy, tal vez sólo unos pocos.


Y aunque una imperiosa necesidad me impulsa a llenar el vacío creado en mi memoria, me temo que, por el golpe, el vacío ha quedado sin fondo.

Empiezo a sospechar que ha sido el viento quien ha golpeado mi cerebro, quien ha destrozado la despensa de mi ego, quien ha colocado mi futuro a la intemperie de los sueños.

Eso, o una mujer.


miércoles, febrero 08, 2006

Gira








De que nada nos importe a que nos importe todo, sólo hay un paso.
Pero antes de darlo hay que colocarse en la posición adecuada.
Debemos girar 180 grados sobre nuestro propio eje. Por lo menos.

La foto es de un cuadro de José Manuel Broto

lunes, febrero 06, 2006

Especiales y necesarios

Cuando veo a esas personas especiales que parecen contener un pozo sin fondo de humanidad y una alegría vital heredada directamente de los dioses, percibo tres certezas:

Primera: Seguro que si no existieran, la especie humana no encontraría argumentos para su supervivencia.
Segunda: Seguro que si les cuento mis sueños más extravagantes, ensancharían su corazón para comprenderme.
Tercera: Seguro que pagan un alto precio por ser como son.

miércoles, febrero 01, 2006

Dormir,... tal vez soñar

No sé, me parece que nuestra actitud al disponernos a dormir es idéntica a la de encerrar el coche en el garaje. Nos falta entrega y consideración a esa dejación de funciones que hace el ser humano para cumplir una ley natural. No es extraño que sigamos sin comprender el sentido de la vida y de la muerte. Vivimos tan alejados de la naturaleza que sólo nos preocupa el despertar, sin percibir que antes de saber despertar, necesitamos saber dormir.

Hugo Mugica lo escribe así:
"Dormir es un encuentro.
Es otro obrar. No un hacer, sino algo más originario, más hondo: es un recibir.
Es soñar."