domingo, junio 05, 2011

Impulso

Soñé que me soñaban.

Extramuros de la consciencia, sentí el impacto de otros sueños en el mismo centro de mi espalda. Sin volverme, adiviné que la línea que enlazaba nuestros sueños traspasaba y derruía la muralla.

Se giró la mirada fugitiva de mi sueño para perseguir esa luz desgajada del color profundo de una pupila. Intuí, tal vez deseé, la validez de esos hilos luminosos como brújula para mis despertares.

Desperté. Y sentí que me despertaban.