lunes, junio 29, 2009

Inercia

Creo que mi mirada cada día me pertenece menos. Son muchos los que se agolpan a mis cuencas para observar conmigo desde ellas.

Me siento muy acompañado cuando abro los ojos. Unos cuantos colegas se apiñan en el balcón de mis órbitas para que no me quede solo viendo.

Si hablo, mi voz suena plural. Si escribo, escribimos. Si sueño, no faltan soñadores que tiren de las esquinas de mi sueño, reclamando su parte.

En realidad, no sé para qué miro. Fuera no hay nadie. Están todos dentro.

martes, junio 09, 2009

Des-plasmar

Escribir y leer son formas de vivir si no sustituyen a la vida. Ambas son capaces de construir nuevos mundos, pues no sólo el escritor crea, sino que el lector configura también una realidad diferente a la que plasmó en letras el autor original.

Pero hay, además, algo que me atrae del hecho de leer, que lo hace superior, para mí, al hecho de escribir: la destrucción del producto.

Al leer pulverizamos la pretensión de fijar el mundo en palabras y frases, destruimos la seguridad de lo tangible, prostituimos la iniciativa concretada, adoptamos y adaptamos lo leído (igual que hacemos con los dioses) a nuestra imagen y semejanza.

Si por algo escribo, es para que me lean y volatilicen, sin yo saberlo, el andamiaje que pretendía expresarme. Escribo, incluso, para, leyéndome, incinerar mis entelequias y esparcir las cenizas por el río donde vivo.

Tan feliz.

domingo, junio 07, 2009

Vallista

Conozco algunos de mis límites. Son unos cristales blindados que me separan de ciertos sueños.

Limpio y limpio esos cristales, para transparentarlos, con la fútil intención de que los verbos “ver” y “alcanzar” sean del mismo linaje. Pero no lo son. Sólo una borrachera, una componenda estrábica o una dosis generosa de autoengaño, me convencerían.

Así que la única senda coherente que me queda es indefinirme… y saltar.

martes, junio 02, 2009

Recortables

Acostado en el sonido del universo, entretengo mi tiempo, tijera en mano, recortando las siluetas de la eternidad dormida, mientras dibujo, lapiz en sueño, los destellos fragmentados de la eternidad despierta.