lunes, junio 19, 2006

Sentado en el muelle de la bahía

Después de un rato mirando al mar, intentando descubrir la borrosa silueta de los que se acercan al puerto, aprendí que los barcos no transitan, aparecen.

Más tarde, comprendería también que las nubes no caminan, se forman. Que las novelas no se escriben, se paren. Que el tiempo no transcurre, se sueña.

Mirando el Mediterráneo desde Grecia, se intuye que al otro lado está España. Mirando la vida desde España, se intuye que al otro lado estás tú.

Al permanecer sentado, uno también se aleja y se acerca. Correr en una dirección es sólo correr en una dirección. Nada más.

5 comentarios:

Laura Martillo dijo...

Nacho, cada vez te pones mas suave...o ¿seré yo que te leo y siento suavidad? ¿Seré yo que prefiero sentir el agua acariciando que el muelle rocoso?

Pareceres...

Tal vez yo también empiezo a verte desde una orilla diferente.

nacho dijo...

¿Suave yo? Seguramente es el rumor del agua, Laura.

Eleafar Cananita dijo...

muybueno

québárbaro

debierasponerteapintar

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Bienaventurado eres.

nacho dijo...

Tú también, Eleafar.

Aventurado (y sólo a veces), Vir.