martes, marzo 06, 2007

Vida dueña

Me regalé unos minutos de reposo,
tras pasar la catarata de mentiras,
calado hasta la médula.

Aquel sol secaba tanto,
que no pude conservar mojada el alma,
ni abrazar a mi gusto las desdichas.

Me rendí sin pactar las condiciones,
invertí mi herencia en dulces sueños

y convertí su rédito en poemas.

2 comentarios:

Lúzbel Guerrero dijo...

Cuando quiera belleza, ya sé adonde ir (en este caso venir)
Gracias querido amigo, ahora le pido (si Ud. lo recuerda), ¿quién cantaba aquello?

nacho dijo...

Silvio Rodriguez (Pequeña serenata diurna)

"Vivo en un país libre
cual solamente puede ser libre
en esta tierra, en este instante
y soy feliz porque soy gigante.
Amo a una mujer clara
que amo y me ama
sin pedir nada
o casi nada,
que no es lo mismo
pero es igual.
Y si esto fuera poco,
tengo mis cantos
que poco a poco
muelo y rehago
habitando el tiempo,
como le cuadra
a un hombre despierto.
Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad."