Me disponía a escribir esa carta en la que uno quiere decir lo que aun no ha dicho y necesita decir. Me preguntaba, sin embargo, cuál habría de ser su contenido y, lo que era más importante, a quién debía dirigirla. Obstinado en responder a estas cuestiones, me demoré en el inicio de la escritura hasta quedar dormido.
Ya en el sueño, opté por seguir con el intento. Y ahora, sí. Allí, sí. Allí, en el sueño, fue fácil encontrar las palabras precisas y el destinatario exacto. Allí pude escribir desenfrenadamente la carta que me dejó, por fin, satisfecho. Allí conseguí ensobrarla y remitirla a quien siempre deseé hacerlo.
Pero cuando desperté, comprobé que el papel seguía en blanco. Que mis ganas de escribir se habían saciado con el sueño. Que esa carta ya viajaba a su destino sin necesidad de franqueo.
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6 comentarios:
Hay tanto que se dice en los sueños, y luego despiertas con una sensación de desahogo tan real, que tiene que ser porque el mensaje llega de alguna manera... quizá en los sueños del otro..
besicos
Ud. lo ha dicho querido amigo, esa carta sigue su curso; es más me atrevo a asegurar que ya ha llegado. Lo bueno que tienen ls sueños, es la no dependencia de Correos y Telégrafos (ya bastante la cagan en la vigilia).
por favor, ponga una coma suya después de: ..en más..., y una "o" entre la "l" y la "s" que se encuentre juntas; por último ponga" defecan" donde dice "cagan", que ya está el musulmano tocando los plines.
O a los sueños de nuestros otro. besicos, Teresa.
Luzbel (que ya escribes como los modernos los SMS), pondré la coma después de: ..es más; una "o" entre la "l" y la "s", pero lo último que me pide ... me da pereza.
He estado un tiempo sin poder asomarme a este lugar de encuentro donde se va perfilando nuestro ser y entender... ¡cuánto lo ha echado de menos mi yo 'vigilante'!... mis otro mantenían la correspondencia inmaterial
Besos
Hola Palabrita. Siempre me llegan los comentaros inmateriales. Y procuro contestarlos (inmaterialmente).
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