viernes, octubre 31, 2008

Producción y consumo

Persuadido de que conocimiento y existencia son dos cosas excluyentes, procuro poner la mente en todo aquello que no me parece interesante, con la estúpida intención de analizarlo profunda y convenientemente.

Distraído así el cerebro en nimiedades, delego en mi cuerpo y alma la tarea de existir, ayudado por la parte residual de la memoria y razón todavía vagantes.

Confiado en que esta estrategia no ha de ser peor que cualquiera de las anteriormente intentadas (con escaso provecho), me apresuro a contarla por si alguien pudiera beneficiarse.

Y en ese mismo instante, me doy cuenta que es leer y no escribir lo que, acaso, puede hacerme feliz.

Y que escribo para leer lo que quiero leer.

Y que vivo para vivir lo que quiero vivir.

2 comentarios:

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLÍÑ!
Me ha hecho recordar a "Perros de paja", cuando el bueno de Dustin, esperaba helado aquellos patos improbables, mientras alguien daba rienda suelta al impulso original de la vida humana, con su señora esposa. Es una buena maniobra de distracción. Yo aceptaría su sugerencia, pero no hace falta; mi mente, poco puede hacer conmigo, o al menos ha demostrado hasta ahora

PD yo creo que escribo por tener la posibilidad de leer algunas réplicas

nacho dijo...

... mmmmmm, ¿leer réplicas?. El concepto "réplica" me está empezando a dar que pensar...