viernes, octubre 10, 2008

Corriente alterna

Las barras de lo real me han obligado a soñar de perfil y a girar, consecuentemente, la mirada hacia un lado. Y he visto, a través del espejo retrosoñador, las pupilas invariables de las cosas, la distancia constante, los oasis de la inutilidad y el pasmo, la báscula que dice que la nada pesa una tonelada, la paciencia de los amigos sin cara que esperan y esperan sin prisas, sin expresión, el final de mi torbellino, ése que mezclo con mis sueños para conseguir la masa necesaria, pesada, vital, comestible, alimenticia, que engorda la nube que soy, la huella que seré, la inquietud que he sido.

Mis párpados on-off me definen.

2 comentarios:

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLÍÑ!
Yo particularmente no espero el final del torbellino, porque lo que me atrae aquí, es el torbellino en sí; ese torbellino leve, sutil, que no pesa más que lo necesario para equilibrar la verdadera nada, esa que se derrumba ahí fuera
Hay huellas diversas; si hasta de dinosaurios hay oiga ¿será que la duración de los rastros está influida por la entidad de los bichos?

¡Sin expresión dice...!

nacho dijo...

Esperar sin prisas puede ser también una manera de decir "no esperar", Luzbel.