viernes, abril 25, 2008

Feliz finde

Ella, presa de una quimera.
Él, preso de otra.
No pueden compartir una tercera: el sueño que los libera, porque no es tal, sino la vida misma.
Y la vida misma juega en otra categoría.

1 comentario:

Abel Granda dijo...

Y lo que es peor,con sus propias reglas.