martes, agosto 07, 2007

Todo mi ser

Si camino hacia el este, me alejo de Detroit y me acerco a Estambul. Si doy unos pasos hacia el oeste, me acerco a Detroit y me alejo de Estambul.

Ando todo el día acercándome y alejándome de esas dos ciudades, pero sólo ahora he sido consciente.

De los millones de cosas que hago cada hora, únicamente de unas pocas me doy y doy cuenta. Y son esas, precisamente esas, las que me exigen toda la energía y me otorgan, acaso, una parcela de felicidad.

Tal vez, al dormir, todos mis actos valgan lo mismo y todos ellos contribuyan a mi felicidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso espero, Nacho, que tu felicidad no tenga final. A lo largo de los meses me he deleitado con la belleza de tu delicada y sensible alma y con esas bocanadas de aire fresco que me han ayudado a soportar la asfixia de la vida. He llegado a envidiar al privilegiado que te tiene cerca a diario. Para mí ha sido un milagro encontrarte y te echaré de menos. Permíteme enviarte un afectuoso abrazo.

nacho dijo...

Gracias, Palabrita. Yo seguiré estando por aquí (al menos esa es mi intención actual), así que ¡hasta cuando quieras!.
Un abrazo.