Habíamos llegado a un punto donde lo contradictorio se parecía mucho a lo necesario y lo esencial no admitía demoras.
Nos sentíamos alcanzados por un mensaje sencillo, desprovisto de ayudas externas, alejado del prestigio del autor y podado de cualquier vestigio de belleza.
Viajábamos en un tren lanzado hacia el centro de los sueños y el maquinista se partía de risa.
Sudoroso.
martes, noviembre 14, 2006
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4 comentarios:
Este episodio es tan fresco
con su tren, sus enamorados
su maquinista
el sueño
Exactamente, así debe ser. Bonito post querido amigo. Buenas noches.
ja. efectivamente mentolado. bueno.
El maquinista engendró al sueño, Rain.
Bueno, Luzbel, pues está inspirado en las tres tentaciones a Cristo.
Necesariamente mentolado, Eleafar.
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