Según la mecánica cuántica, algunas cosas no están determinadas hasta que no son observadas por alguien.
¿Era Alba tan bella antes de que yo la viera venir hacia mí o adquirió su belleza en ese mismo instante?.
Siempre supuse que ya era bella, que había paseado su belleza por el mundo durante años, embelesando corazones sin tino. Pero, claro, yo antes no sabía de física cuántica.
Alba me confesó más tarde que en el momento de conocerme sintió una cierta transformación física en su cuerpo.
Desde entonces, cuando alguien me observa de un modo especial, busco rápido un espejo con la esperanza de verme distinto, cambiado por esa mirada.
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5 comentarios:
Interesante reflexión, y Alba es un nombre muy bonito; casi he creído verla.
O somos otra cosa, Noemi.
Casi ha creído ser vista, Luzbel.
guau, que bien volver a leerte y que sigas siendo genial.
Aunque constato que lo eres aun antes de leerte e incluso cuando no lo hago y eso me hace sentirme poco importante...ya ves...que sabra la cuántica esa de egos
Saludos, nacho
Hola Beclen ¿Qué tal lo llevas?. Me acabo de sentir genial. ¿Tienes tú algo que ver?.
no
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