Cuando leo un post que acabo de escribir, me pongo triste. No lo puedo remediar.
Es como observar al sueño en su jaula, al concepto en su celda, a la imaginación domesticada, lista para consumir.
Me entristece la dictadura de lo concreto y me cuesta entender que todo haya de ser concretado, proyectado, modelado, esquematizado, descrito, limitado, producido, denominado, renombrado y empaquetado.
Necesitamos tener una opinión identificable, un discurso que nos represente, un "centro de gravedad permanente".
La ventaja de un blog es que es una sucesión de post escritos en muy diversas circunstancias, con sentimientos diferentes y motivos muy distintos. Unos contradicen a otros, estos difuminan el rumbo de aquellos y todos ven como sus fugaces teorías titubean bajo sus pies.
Leo los blogs compulsivamente, revolviendo de abajo a arriba, hasta emborracharme. Hasta perder la noción de quien lo ha escrito.
Leo mi blog de la misma forma. Hasta perderme en un sueño de destellos, de delirios casi ajenos. Y me pongo alegre.
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8 comentarios:
Yo también creo que a veces se pierde la magia de lo indefinido y sutil al escribir en el blog. Precios que se pagan por el intento de autodefinirse...
ya sabes es dificil definir y definirse mas todavia yo tambien tengo la impresion de que escribo un "negativo" de lo que quiero decir
No me extraña querido amigo, yo también me pondría de buen humor si tuviera su talento y clarividencia; me conformo con saber apreciar estas cualidades y disfrutar así con lo que otros escriben, permaneciendo ajeno a sus circunstancias y valorando el néctar que destilan, por el motivo que sea. Buenas noches.
PD: ¿De verdad no aceptaría un pactito?
Sí, Noemi, por eso me gustan sobre todo las propuestas abiertas.
Pero no me apena porque sea difícil sino porque es limitado (como el ser humano, mismamente, para el que "los límites" es el asunto principal y "los sueños" una manera de entenderlos, vivirlos, superarlos, etc). Un abrazo Jose.
Luzbel, siempre estoy dispuesto a pactar, aunque sea para decir lo que más me gusta: NO.
Me ha encantado, que bueno! que bueno...
Bienvenida, Laura. Me alegra que te gustara.
Es tu singularidad.
Somos diferentes, siempre distintos...
Un cálido salute.
Un abracillo singular.
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