martes, marzo 14, 2006

Río crecido

Vengo de ver la crecida del Ebro.

Cuando el río viene así, tan crecido, hay que arrimarse a las orillas y apretarse junto a las palomas en los pretiles de los puentes, para verlo. Para verlo fuerte y atropellado por todo el cauce, erguido y acelerado hacia su destino marino.

Desfila el río al son tumultuoso de sus gotas desbocadas, distinto y distante, tan cambiado, que no parece el que otros días ronroneaba cercano por los recovecos.

Sintiéndose mirado y admirado, nos dice sin girarse: "Ea, amigos. Ha sido un placer pasar por estas piedras, fluir junto a estas gentes. Pero hoy me debo a la fuerza de la vida, ninguna promesa de amor podrá detenerme. ¡Dejad paso!. Otros días vendrán para el remanso y la nostalgia."

6 comentarios:

Eleafar Cananita dijo...

...hacia su destino marino. todo lo que es uno acaba en el mar. por eso la gente sueña con olas. el Ebro es un río muy río además.

has leido ese que dice: de miranda de Ebro, ferroviario y hombre, hombre y más hombre, Pedro y sus dos muertes...

cosa buena

nacho dijo...

No he leído ese, Eleafar, pero hay otro que se titula "Zaragoza marina", porque toda ciudad que tiene río tiene mar.

Supongo que tanto como él a ti, Teresa.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Tumultuoso río.

Peregrinos, peregrinos y siempre el río...

Nacho, lo que he observado más son los riachuelos y al mar.
Al río lo he visto jugando ...


La vastedad del mar me atrae. Aunque todo viene del amr y va hacia él... :)

nacho dijo...

Vir, a mi el río me parece más humano que el mar. Seguramente es un error.

Lúzbel Guerrero dijo...

He recordado a León Felipe en las palabras del río.
Me apena no haber podido presenciar ese milagro. Una vez vi al Manzanares bajando atropellado hacia los cauces de la civilización. Magnífico espectáculo, sé lo que se siente.

nacho dijo...

Bueno, Luzbel, no te preocupes que cada cierto tiempo se repite.