"El rey Carlos, nuestro emperador, el Grande, siete años enteros permaneció en España: hasta el mar conquistó la altiva tierra. Ni un solo castillo le resiste ya, ni queda por forzar muralla, ni ciudad, salvo Zaragoza, que está en una montaña. La tiene el rey Marsil, que a Dios no quiere. Sirve a Mahoma y le reza a Apolo. No podrá remediarlo: lo alcanzará el infortunio"
El cantar de Roldán.
Poema épico. Anónimo francés, (c. 1100).
Con estas curiosas palabras comienza El cantar de Roldán. Curiosas para mí que vivo en un valle y no en una montaña. Que vivo en Zaragoza.
¿Tanto ha cambiado Zaragoza en mil años como para pasar de montaña a valle?
Tal vez es posible ver montañas donde hay valles, de la misma manera que podemos ver grandes problemas donde sólo hay miedos.
La altitud también puede medirse en unidades de miedo.
7 comentarios:
buenísimo.
yo creo que la ciudad se bajó al llano para confundir al infortunio.
Sí, Beclen. Eso o que el autor anónimo del C. de Roldán se había tomado unas copas.
Como ves, Teresa, otra relación de Francia con Zaragoza.
Zaeagoza de este tiempo, donde el infortunio se oculta y en cada sueño, aquel hombre vuela.
Ese hombre eres tú.
...
Salutes Nacho.
Quizás en la firma anónima esté el quid de la cuestión. ¿Y si los conocimientos del autor en geografía eran escasos y quiso curarse en salud? (Esto lo he pensado por mi hijo, porque con los mapas que guarda en su cabeza se puede pasar un rato estupendo, te lo aseguro) ;) A lo mejor la montaña se desgastó y nos hemos quedado en un llano con el tiempo... Pero también es posible que el miedo a esta ciudad se la hiciera ver allá, arriba, en un alto ;)
Un bico, Nacho!!
Vir, a mi lo de volar no me va nada, por eso sueño mientras paseo con los pies en la tierra.
Tana, también yo pensé en esas posibilidades, incluso en la de que el Cierzo nos hubiera ido bajando los humos hasta dejarnos en el llano.
Besos.
Yo suelo volar.
Quizás por eso, mis sueños son inútiles.
A mi es que me da un poco de miedo volar. Seguro que tus sueños son tan útiles como los míos. Que lo son
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