A veces, uno se toma la vida / sueño como una fosa marina. Buceando y buceando con la ansiedad de encontrar ......... ¿de encontrar qué?.
A veces, uno se topa allá en las profundidades con una luz / espejo que le alumbra y le muestra su propia cara de inútil buscador.
Una de esas luces / espejo es este poema de Francisco Gandolfo: "El no sé qué"
Estoy a la espera de no sé qué.
¿Por qué demora en revelárseme
el no sé qué?
Nosequé que no te revelas:
estoy pendiente de ti
porque te llevo adentro
y no te puedo encontrar.
lunes, septiembre 26, 2005
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3 comentarios:
Es que en el fondo (del mar) somos todos tan parecidos...
Entrar al espejo y zas,
escapar al instante,
luego
volver a entrar y salir serenamente.
Luego no entrar más.
¡Vaya! No sabía que tuvieras un manual de uso de espejos y espejismos.
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