viernes, diciembre 31, 2010

Fin de nada

Las bisagras del cambio de año no cesaban de sonar. Todavía no habíamos alcanzado el futuro y ya lo estábamos fosilizando.

Por el ruido supe que no era un sueño.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

consumimos compulsivamente hasta el tiempo.

nacho dijo...

sobre todo el tiempo.

Sila dijo...

Cuando era jovencilla,18-20, calculaba la edad que tendría en el año 2000, ese año tan clave y enigmático para todos allá en los 80, y solo pensar justo eso, la edad que tendría me espantaba, me imaginaba vieja y prácticamente acabada... es lo que se piensa a los 18 cuando ves a una persona de treinta y tantos. 10 años después de la fecha calculada, nada que ver con lo que yo imaginaba... ya he pasado los cuarenta y, no es que ya no diga la edad que tengo, es que no me importa en absoluto mi edad, es que no pienso que seré o como no seré en los años venideros, es que vivo cada día, minuto y segundo... Hace mucho tiempo, dejé de medir la vida en años pues estos, pasan rápido... y solo la siento y mido como algo que empezó y que tendrá fin…y que el transcurso es un único sistema de tiempo... Una vida.

nacho dijo...

Hola Sila. En realidad el tiempo es algo que cambia con el tiempo.