Ciego, me esfuerzo por coger el compás necesario para conseguir desanudar hoy la tarea que ayer me asignó el discurrir.
Sordo, camino ajeno a las cadencias que mis acentos provocan, divagando atento a los labios que me alejan de los sueños que se tejen a mis espaldas.
Cojo, procuro soñar felinamente, evitando agitar el caleidoscopio de la impostura, no vaya a ser que me despeñe por una fingida ladera de juventud.
Mudo, escribo con la fuerza de mis ojos, la finura de mis oídos, la ligereza de mis pasos y la alegría inaudita de mi voz.
sábado, diciembre 11, 2010
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5 comentarios:
para estar ciego, sordo, cojo y mudo, se desprende un optimismo tenaz en el texto!
:-)
Sempre positivo, pese o que suceda ou pese aquilo do que un careza, sempre cara a diante, buscando sacar as forzas dalgún lugar onde se encontran escondidas e loitar... loitar esperando a luz dun novo día, sen olvidarnos de soñar.
Moitas grazas grazas por invitarme á reflexión. Un saúdo
Queridos zeltia y Fernando, cuando uno sabe dónde está se da cuenta de que la distancia a sus limítes se mide en infinitos.
Para estar tan tullido desprende Ud. una fuerza y una hondura que ya quisiera para mí, que soy un atleta y un superdotado
Si no fuera yo (además de modesto) tan discreto, le pediría la receta
Le daría la receta, Lúzbel, pero me la robó un sueño.
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