lunes, septiembre 28, 2009

La verdad puede esperar

Como quien conecta un irruptor, acerté con un sueño claro y clarificador, de aquellos que pertenecen al mañana.

Accioné el futuro.

La luz interumpió mi vida, anegándola, y ya sólo quise que las sombras me devolvieran la realidad.

Desde entonces, no me aparté de las formas, de los colores, de las personas. Ellas son mi luz. La única dosis que tolera mi alma asombrada.

4 comentarios:

Maribel-bel dijo...

Cuando te leo, me queda siempre la duda de si te gustaría invertar el mundo. Siempre me dejas..cavilando. Bicos de cores

nacho dijo...

Nunca habría soñado encontrar una palabra más precisa que "invertar" para definir lo que quiero, Maribel-bel.

Invertar debe estar a medio camino de "inventar" e "invertir".

Eso es, me gustaría invertar el mundo.

Besos.

Antón Abad dijo...

¿Hoy es día de erratas sugerentes?; desconecte a su irruptor, que me temo que va en reversa, y no haga caso a los que piden aligerar la dosis... ¡Ud. no!

nacho dijo...

No, si no hago caso, Antón, pero no me apetece llevar gafas para el sol.