Cuando era pequeño, me enseñaron la diferencia entre dentro y fuera. Y me pareció clara.
Escribo, mientras medito esto dentro de mi, a la vez que oigo entre murmullos la música que suena fuera de mi, dentro de este bar llamado Barrio Sur, desde el que, tras sus cristales, veo fuera la calle de San Jorge, dentro de la ciudad de Zaragoza, fuera de la cual está el infinito, intentando hilvanar mi vida.
Y muchas otras vidas pienso, muchos dentro / fuera, siento e imagino, simultáneamente perforados y enlazados por ese hilo de sueños, trasgresor y capaz de componer el collar adecuado, la melodía tranquilizadora donde recostarme reconocido.
Cuando era pequeño, no me dijeron que la vida era transversal. Si lo hubieran hecho, habría seguido jugando a la rayuela.
Como ahora.
lunes, abril 06, 2009
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4 comentarios:
¡Qué sitio tan entrañable! Gracias por meterte en mi sueño de esta noche y traerme a recordarlo ;)
Por cierto, también me gustaría recordar cómo era morir a menudo.,
De nada, Silvia, estos viajes de sueño a sueño son una delicia ¡y tan baratos!
De mi educación en cambio se ocuparon Epi y Blas.. y ya ve el resultado
Le recomiendo (hablando de transversalidad) la audición de un programa humorístico en RNE 1 los domingos pasada la medianoche; no siempre es bueno, pero tienen días inspirados
Gracias por la recomendación, Luzbel. le echaré un oído.
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