viernes, marzo 06, 2009

Paralelismos

A veces digo (y me dicen) que llevo vidas paralelas.

¿Paralelas? ¡Ojalá lo fueran para mi bienestar mental! (aunque, por otra parte, dudo que mi naturaleza soportara que todos esos planos, tan diversos, no se tocarán).

Y es que, en el fondo, estamos hechos con la misma arquitectura que nuestros sueños.

Mezclados y mezcladores, emborronados y emborronadores, parados en las intersecciones o caminando por la ruta equivocada, a la búsqueda del atajo. Asi somos.

Lo único que nos diferencia de nuestros sueños son los prejuicios.

7 comentarios:

Silvia dijo...

Transversalmente ' , '

nacho dijo...

Asomándome a las bocacalles, encuentro a Silvia ¿dormida? con la que apetece cruzar unas palabras y más todavía pasar un minuto en esa esquina de la vida sin cruzarlas. Al sol de marzo.

Silvia dijo...

Acabo de despertarme y leo tu nota en esta esquina, donde esperabas hace algún rato.

Desprendo la nota y la llevo conmigo, hasta esa otra esquina en donde nos encontraremos.

Hoy me tocaba venir bajo las estrellas, pero las palabras nos esperan ;)

nacho dijo...

Transversalmente ','

Alphonse Zheimer dijo...

–"¿Cómo andamos compadrito?"
–"Dando vueltas al atajo"
*Antonio Machado*

¿Paralelas?, los que llevan vidas paralelas son los que salen en las revistas de casquería; Ud. es afortunadamente invisible a ellas.

tequila dijo...

Pues espero que se equivoque y no estemos hechos con igual arquitectura que los sueños. De ser así, que sería de los que somos de soñar dificultoso, de aquellos que no conseguimos terminar un sueño sin truncarlo en pesadilla?
Me gusta soñar o ensoñar, aunque la mayoría de las veces sea puro masoquismo. La idea que plantea, ésa en la que lo único que nos diferencia de ese mundo son nuestros prejuicios resulta muy muy esperanzadora, pues superados éstos allí, quizá consiga hacerlo al otro lado.
Me recomendaron que le leyera. Ha sido un gran acierto. Me gusta su blog gruyere. Con su permiso seguiré hurgando en entradas antiguas y me incorporaré a las nuevas.
Saludos

nacho dijo...

Bienvenida, Tequila.

Si es para bien, que me equivoque. Pero, ¿quién se equivoca dentro de un sueño? ¿quién se lo plantea? Quizá la equivocación sea torcer nuestra naturaleza soñadora en cuanto podemos.