martes, noviembre 04, 2008

Yo, mundo soñador

Escribiendo este blog, aprendí que no he de perseguir a los sueños.
Que sólo tengo que seguir soñando, mientras escucho la libre sintonía que nace de mi singular interpretación de la vida.
Que sólo debo acompasar mi propio ritmo al latir genuino de los sueños.
Que sólo preciso esperar que lo que tenga que alcanzarme, que los que tengan que alcanzarme, me alcancen.
No importan los sueños, sólo el soñador.
Y que el mundo sueñe a su paso.

5 comentarios:

gemmacan dijo...

Seguir soñando siempre, y en el fondo no querer que se acaben nunca de cumplir esos sueños, para eso, para seguir fabricándolos y sentirnos así... vivos.
Saludos!

nacho dijo...

Hola Inga.

Creo que los sueños siempre se cumplen, aunque seguramente nos costaría ponernos de acuerdo en el donde.

Saludos.

gemmacan dijo...

Jaja! Sí, puede ser eso, el dónde es el quid de la cuestión.
Un abrazo.

Antón Abad dijo...

Los sueños son como el E-Mule, todos ponemos un poco de nuestra parte, y forjamos ese infinito escenario. Yo no me conformo con esperarlos, y los busco al menos, dos sesiones por jornada.

nacho dijo...

No sé, Antón. Tal vez lo que pongamos de nuestra parte sea el des-soñar.