lunes, septiembre 22, 2008

La chispa de la vida

Cierto que las cartas están dadas, los jugadores en su sitio y las posibles variantes contempladas, pero el momento manda y la situación más inocente, la frase más nimia, el café más rutinario, provoca un chispazo en la memoria que acaba desencadenando la mayor de las tormentas.

Ante el momento estamos indefensos. Y no por lo que nos ocurra en ese instante, sino porque la mezcla que acarreamos de recuerdos, deseos, dudas, teorías, sueños, instintos, certezas, misterios, inercias, imágenes y silencios, es una carga explosiva que nos puede matar o dar vida.

Y hasta el ser humano más curtido ama y teme al detonante.

2 comentarios:

Max B. Estrella dijo...

¡PLÍÑ! inaugurando en un post críptico; hasta ahora he contabilizado 78.433 posibilidades de ligarlo a situaciones posibles
Es una especie de I CHIN, en el que están contenidas una gran parte de los gozos y las sombras (y que me perdone el autor de ese libro, pero yo no puedo prescindir de esa combinación de palabras porque ya esta usada)
No se le teme al detonante, de hecho, casi siempre termina explotando en las manos

nacho dijo...

Podría ser que sólo el más curtido le tema, amigo Luzbelguerrero.