lunes, junio 25, 2007

Amparado en la clara oscuridad que va del desierto a la jungla, del fondo a la superficie, del sueño a la vigilia

Me cruzo contigo en ese umbral claroscuro, tan fuera del tiempo, donde nada cabe.

La próxima vez, aunque sea imposible, dime algo con los ojos. Aunque no me vean.

Te aseguro que allí está mi sonrisa. Una sonrisa muda que, ni para decírtelo, puede dejar de soñarte.

2 comentarios:

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Nacho, por deux, cuánto romanticismo.

nacho dijo...

El mínimo, Virginia. El mínimo.