Un amigo me dijo ayer: - ¿y cómo llevas los fantasmas del pasado?-.
Yo le respondí: - Bien, ahí están-.
Luego pensé en ellos, en la permanente presencia que tienen en mi vida, en la inutilidad de volver a luchar contra sus sombras.
Ahora sé que la mejor forma de que no se cuelen en mis sueños es invitarlos a participar para que digan lo que tengan que decir. Pero no tienen nada. Son sólo molinos de viento.
martes, diciembre 20, 2005
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4 comentarios:
bueno, algunos en momentos, parece que hacen compañía. desde luego lo mejor es no desgastar fuerzas contra ellos.
Salúdalos de mi parte.
¡Cargue contra ellos Sire!, aquí su escudero le descolgará de lo alto si fuera menester. Un fuerte abrazo Nacho, y feliz Navidad si estuviera en tus planes celebrarla
Sí, Noemí, mueven los hilos. pero los hilos pueden cortarse. Saludos.
Les saludo de tu parte, Beclen. La buena educación también sirve para marcar distancias.
Embellecen el paisaje de la nostalgia, Teresa. Beso.
Sabiéndome tan bien respaldado, ya no me hace falta cargar contra ellos. No estaba en mis planes celebrar la Navidad, pero si en los de mi familia, así que... Feliz Navidad y siguientes, Omar.
Locos sueños, a veces...recurrentes, tragicòmicos, esos fantasmas que vienen y van...
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