miércoles, diciembre 21, 2005

A Jose

Recibí un correo de mi amigo Jose, titulado "mi padre ya fuma en paz", a propósito de su reciente fallecimiento. En el mensaje me invitaba a una fiesta en Madrid en honor a su progenitor, con el sugestivo argumento de "fumar, beber y reír como carreteros".

No conocí a su padre, así que, como todos hacemos, me puse a pensar en él a partir de lo que conozco de su hijo. Porque tendemos a creer que unos somos deudores de otros, en especial de los más cercanos, y que nuestros cuerpos y almas están hechos, en buena medida, con retazos ajenos.

Una cierta conexión interna parece que hay entre seres humanos, sobre todo entre los que se han conocido (y más aún entre padres e hijos). Y son los sueños el mejor vehículo para esa interconexión. Los sueños de los padres son en gran medida la génesis de los hijos y la mayor intimidad entre seres humanos se da cuando intercambian sus sueños.

Imagino que estos días, Jose y su padre habrán coincidido, en sueños llenos de humo y bellas chicas, con un montón de amigos. Yo, que no fumo, les acompañaré con un buen Habano en la boca.

Salud.

2 comentarios:

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Eso es lo que me encanta entre otros sucesos: en los sueños te encuentras con los que quieres...

:)

nacho dijo...

Es verdad, Vir. la cantidad de gente que te puedes encontrar en los sueños, y en los libros, y en los recuerdos, y en internet, y en la calle...