martes, mayo 18, 2010

En la noche

En la oscuridad de la noche todo se ve más claro.

Agazapado entre las sombras, me puse a espiar a los ladrones de sueños. Pero no apareció ninguno. A los únicos que alcancé a ver fueron a aquellos que acechaban mi descuido, merodeando impacientes con la insensata pretensión de robarme el tiempo.

Publicistas, mercaderes, predicadores, tecnólogos y aprendices de tertuliano2.0, no estaban interesados en apropiarse de mis sueños, sino de mi tiempo. Querían mi sangre, no mi vida. Esos vampiros necesitaban mi plasma para alimentar el motor del que son piezas inertes y desdeñaban, ignorantes, todo lo valioso que yo pudiera poseer.

Nunca olvidaré aquella noche en que salí a buscar malvados ladrones y sólo encontre estúpidos eslabones sin tiempo.

4 comentarios:

Laura Martillo dijo...

Sabes,
hasta me da ganas de escribir la continuación de esa noche.
Somos tantas vidas a la vez que a veces me parece que toda experiencia es común y eso increiblemente, me sigue sorprendiendo.

nacho dijo...

Tal vez yo podría escribir la continuación de la continuación y acabar desayunando en medio del campo.

Laura Martillo dijo...

No sabes que sonrisa has puesto en mí esta mañana.
Hoy desayuno café y pan integral y estoy a punto de zarpar en algún escrito. Que4 miedo escribir no Nacho?
A mi me da miedo porque me pierdo y siento que mi vida es irreal y difícil de conectar de quién soy como me siento.
Hoy no fui a trabajar me parece mas real desayunar en este miércoles frío y brumoso viendo el mar a dos cuadras de casa, gris, eterno como el lomo de un delfín asomando a mi ventana.

Un beso?

nacho dijo...

Me encanta conseguir poner alguna sonrisa de vez en cuando. ¿Miedo a escribir? Puede que sea una de las pocas cosas que no me dan miedo. Y precisamente porque me pierdo.

Y zarpar es siempre el mejor momento. Un beso para la travesía.