Cuesta elucubrar cuando se mira de frente a la belleza. La tinta de los mapas se corre.
Juana se demoró aquella tarde contemplando los fuegos del cielo y perdió la coherencia.
Vicente se entretuvo todo el verano en abrazar una idea y perdió el norte de sus aspiraciones.
Enrique se sumergió varios años en los ojos de su vecina y se olvidó de la tabla de multiplicar.
Isabel se abandonó para siempre a sus sueños y ya es incapaz de expresar la razón de su felicidad.
domingo, abril 04, 2010
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2 comentarios:
En semana santa, perdió el norte y cabalgó (sin riendas) por el pecado y la lujuría. No recuerdo su nombre, tampoco importa. Bicos de Pascua (sin resurreción).
No importa el nombre. Es más, no debe.
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