domingo, octubre 18, 2009

¿Marioneta?

Antes de escribir, me hago la pregunta: ¿qué quiero escribir? La respuesta siempre es la misma: lo que no puedo.

Lo que no puedo escribir porque las palabras son otras de lo que un instante antes pensaba, porque los pensamientos son otros de lo que un instante antes sentía, porque los sentimientos son otros de lo que un instante antes soñaba.

Un trilero me cambia las letras, los conceptos, los sentidos y los sueños, sin yo darme cuenta. Su habilidad es más rápida que mis reflejos.

Así es que siempre acabo escribiendo lo que no quiero, lo de otro, algo nuevo.

1 comentario:

Antón Abad dijo...

Si le sirve de consuelo amigo mío, nosotros no nos damos cuenta y atribuímos a su voluntad cumplida, su desazón por lo imposible.