Ivan no entiende por qué tiene que estar ahí, en la puerta de esos grandes almacenes, todo el día, junto a su madre, con el frío que hace. Tampoco entiende por qué su madre se dirige constantemente a personas que no conoce y que no le hacen caso, pidiéndoles dinero. Y menos aún entiende que algunos sí le hagan caso e incluso le den dinero.
Tal vez, Ivan no entiende nada de eso porque sólo tiene cinco años. Si fuera mayor ...
PD. Si toca la Lotería Bitacorera, mejor denle mi parte a Ivan. Aunque tampoco lo entienda.
lunes, diciembre 18, 2006
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3 comentarios:
Oh!
No entendía lo de lotería bitacorera...
A veces yo tampoco entiendo que la vida sea una tómbola (como decía Marisol).
:) Ruleta rusa, tómbola, sea como fuere, Nacho está en el juego, y dice "lo imposible me es familiar"
juegos...
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