miércoles, septiembre 08, 2010

Inútiles

A esa hora, Pablo aflojó la corbata de sus principios y se arremangó los finales, dinamitó en añicos el ego de aquella tarde inacabable y, echando boca del primer licor al alcance, escribió:

“Tutelamos nuestra propia alma para que no sueñe por su riesgo, lastramos su vida con la rémora de nuestros anhelos y colocamos a cada sueño un fondo de mercurio que lo transformará en espejo, mientras… desaparecemos.”

2 comentarios:

Rodrigo D. Granados . dijo...

¡Qué curioso amigo Nacho!, en estos días estoy dándole vueltas a tres palabras que creo que dan mucho juego, Ud. ha utilizado dos de forma muy inteligente.
He remontado y visto que tengo mucho que leer, ahora que puedo volver a hacerlo; estoy seguro de que será, como siempre, una experiencia de lo más enriquecedora. Por cierto, como para no parecer enigmático, que no era mi intención, le cuiento cuáles son esas palabras: Principios, Medios y Fines.
Le pongo un ejemplo de lo que creo se puede jugar con ellas:
Los medios pasan de los principios para atender a sus fines.
Volveré con más tiempo, si no quiero comer arroz quemado....tampoco es un enigma, es que estoy cocinando.

nacho dijo...

¡Gran alegría de encontrarlo por aquí de nuevo! Espero que el arroz estuviera en su punto.

Yo también doy, cada poco, esas vueltas maquiavélicas a los fines y a los medios. Recuerdo haber titulado hace ya 30 años (no había blogs) un post como: "La supeditación de la lógica a los datos" (por si le inspira).

Un abrazo