miércoles, agosto 25, 2010

Caducidad

Caminé ayer, o así lo recuerdo, por el Paseo de los Plataneros (me dijiste que lo llamaban, o de esa forma te lo contaron), y me acordé de ti que ya no puedes acordarte.

Y aquí lo escribo sin saber si de verdad paseé por ese sitio, que tal vez no se llamara como me dijiste, porque lo inventaras o lo inventaran quienes te lo contaron o porque no existió, aunque yo lo rescate para rescatar tu memoria, in-rescatable, o para rescatarte a ti en la mía.

Así es esta vida, en la que únicamente el mañana es cierto, y sólo hasta que sea presente (y después pasado), cuando será, ya para siempre, dudoso.

No hay comentarios: