Intrasiesta 3
Perdido en intrasiestas, alejado de los momentos de lucidez entre siestas, brujuleo atizando con palos, como ciego, sin la menor intención de encontrar la salida.
Perdido, digo, y sin embargo, me alcanzan los mimos de las estrellas, el calorcico de los (¿falsos?) llamados de las sirenas y el cachondeo externo de una inteligencia que me sobrevuela.
Hasta llego a presentir o a prepensar (dentro de las limitaciones de mi febril transposición) que si al final la casualidad o el caos reparan el GPS humano, entonces sí que estaré perdido.
Hoy por hoy, sin pensar, se me antoja que la omnisciencia es el fin.
viernes, junio 20, 2008
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